Mucho más que baloncesto en Marina D’Or

Los torneos de MHL Sports en Marina d’Or siempre tienen un componente especial que los hace únicos. 

Al habitual buen rollo, presente en todos los torneos, se le suma una localización única y una impresionante oferta de actividades gracias a las instalaciones del complejo. La mezcla perfecta en la que multitud de personal pone en marcha una de las grandes citas baloncestísticas del año.

Hoy, hablamos con dos piezas clave en el entramado. Nacho Pardos y Kike Rodríguez son los encargados de todo el ocio del campeonato. Porque en Marina d’Or “los partidos son lo que hay entre ocio y ocio”, como le gusta decir a Nacho. Conocemos un poco mejor el trabajo de los dos profesionales de MHL Sports y el abanico completo de posibilidades para los participantes, que nunca tienen tiempo de aburrirse.

-Casi 4.000 participantes, ¿cómo se estructura y organiza el ocio para una masa tan grande de deportistas?

Intentamos hacer turnos, no juntar a los 4.000 participantes a la vez. Todos juntos solo están al final de cada jornada, en las galas que tienen lugar en el Palacio de Marina D’Or. Ahí habrá concursos, disfraces y mucho más. Después nos apoyamos en el propio calendario del torneo para que no coincidan en todas las opciones que da Marina D’Or.

-¿Qué actividades de ocio tienen los participantes de este torneo?

Tenemos piscina cubierta, piscinas exteriores, spa, balneario, la playa, varios parques de atracciones temáticos, las veladas, concursos de padres… Eso en cuanto a ocio, más allá de la convivencia que tiene un torneo de estas características ya de por sí.

-¿Mejor ligar el basket con ese ocio o preferís que desconecten por completo de la competición?

Hay cabida para las dos cosas. En un torneo como el de Marina D’Or existe la suerte de que hay equipos de todos los niveles y acabas jugando contra los de tu mismo nivel. Y el ocio siempre está presente. Los partidos de Marina D’Or son lo que hay entre ocio y ocio, es lo que decimos siempre. La agenda va completa, no hay tiempo para aburrirse (risas).

-Si os dijera qué diferencia el ocio en este torneo del ocio en otros en los que hayáis estado, ¿qué me diríais?

Es un torneo único por el número de participantes y las instalaciones que tenemos a nuestro servicio. Por tema de alojamiento, nos dan capacidad para tener a todos. No hay que desplazarse ni en autobús. Es una facilidad muy grande.

-La localización parece idílica también, ¿no?

Sí, totalmente. Cae en el medio de la península y eso facilita mucho la presencia de equipos de la mayoría de comunidades autónomas. Estamos empezando a tener equipos de mucho más lejos que Madrid, Aragón, Comunidad Valenciana o Cataluña.

-Debido a vuestra experiencia en el mundo de las actividades de ocio, ¿qué es lo mejor que os lleváis del torneo Marina D’Or?

Lo mejor son las relaciones que se forman en el torneo. Entre entrenadores, coordinadores, jugadores, con la organización…

-Si tuvierais que convencer a un deportista adolescente para ir al torneo, más allá de la competición en sí, ¿qué le diríais?

Si conoce a alguien que haya ido, que hable con él. Porque el boca a boca y la altísima tasa de repetición, cercana al 90%, dicen mucho del mismo. Sobre todo para clubes y colegios que lleven equipos de todos los niveles y quieran pasar unos buenos días más allá del baloncesto, porque ahí estaremos para divertir a las masas (risas).