Conociendo a Manuel Viciano y Denia Bàsquet, una relación consolidada

En MHL Sports no solo buscamos la diversión y competición, también las historias y relaciones a largo plazo. 

Construimos puentes para acercarnos a diversos puntos de España (¡y otros países!), dando lugar de manera natural a largas relaciones muy especiales. Una de ellas ha sido, desde casi nuestros inicios, con Manuel Viciano y Denia Bàsquet. Inmersos ya en la época del Torneo de Semana Santa Marina D’Or 2022, hablamos con él acerca del club, su experiencia y los momentos vividos con MHL Sports.

-Eres una persona con un largo recorrido ya en los torneos MHL. ¿Recuerdas cómo fueron los inicios?

Nuestra primera experiencia con MHL Sports fue en Zaragoza en Pascua de 2010. Estábamos en pleno crecimiento tras haber tomado el actual equipo de trabajo las riendas del Club en la temporada 2007/08.

Teníamos claro que dentro de nuestro programa formativo tenía que haber cada curso una experiencia como esta que sumara horas de convivencia y nos ofreciera la posibilidad de tener contacto con un nivel deportivo exigente, con el fin de facilitar a nuestros equipos la información y vivencias precisas para poder dar el salto cualitativo que pretendíamos.

-Rondáis la veintena de equipos. ¿En qué situación os encontráis como club en la actualidad?

Nuestro proyecto está actualmente muy consolidado. Somos un Club formador que tiene claras sus pautas, ninguna categoría va por delante del nivel de nuestros equipos, y estos se componen de jugadores y entrenadores fundamentalmente de la población con pocas excepciones.

Con los años hemos ido sabiendo entender cuál es nuestro camino y qué cosas encajan en nuestro proyecto. Evidentemente estamos satisfechos, pero no somos nosotros quienes debemos decirlo sino el conjunto de las familias que confían año tras año en lo que hacemos, que son el principal termómetro para valorar si andamos por la dirección correcta.

Además de esos 19 equipos que indicas gestionamos de la mano del Ayuntamiento una liga escolar en nuestra ciudad enfocada a los seis cursos de primaria, que mueve cada temporada un número de entre veinte y treinta equipos. En total superamos ampliamente cada año los 500 practicantes en el conjunto de todos los niveles que promovemos.

-¿Qué importancia le das a vuestra labor? Ese número de equipos en una población como Denia tiene mucho mérito.

Nuestro éxito se cifra en conseguir que quien empieza con nosotros en edad temprana culmine todo el ciclo formativo, complementando la formación que recibe en casa y el colegio con aquello que podemos aportarle en este deporte. Una Escuela de Baloncesto genera valores, raíces y vínculos sociales, es un elemento cultural  a día de hoy imprescindible que está por encima de los éxitos deportivos individuales o colectivos que se puedan conseguir,

Denia es una población de algo más de cuarenta mil habitantes situada justo a mitad de camino entre Alicante y Valencia.

Tenemos una amplia tradición en este deporte que data de la Guerra Civil Española y ha llegado muy viva hasta nuestros días. Es un juego muy querido y muy practicado, hay familias con tres generaciones de baloncestistas a sus espaldas.

-¿Cómo habéis vivido estos dos años tan extraños en el club?

Evidentemente han sido dos temporadas muy complejas que han limitado por completo nuestra actividad, obligándonos a todos a reinventarnos y dar lo mejor de nosotros mismos para poder acabar viendo luz al final de un túnel que parecía no acabarse.

Hemos comprobado la  fragilidad de nuestra forma de vida, y al tiempo hemos podido apreciar todo lo bueno que tenemos.

Creo que pese a todo salimos de la crisis reforzados, con el ánimo puesto en seguir disfrutando más si cabe con este deporte así como de todas las cosas buenas de la vida que ahora valoramos mejor. Nunca dejamos de mantener el contacto con nuestra gente que nos demostró en todo momento su deseo de seguir adelante, y eso nos dio las fuerzas que en ocasiones nos faltaron para continuar con nuestra labor.

-¿Algún momento especial que recuerdes con cariño en los torneos MHL?

Cada año nos traemos a casa algún detalle que queda en la memoria colectiva de cosas vividas dentro y fuera de las pistas.

Haber podido enfrentarnos a jóvenes valores que hoy son estrellas de este deporte, algún resultado notable obtenido... Alguna trastada, alguna noche larga... Pero si con algo nos quedamos es con la manera como vuelven de enchufados de los Torneos, siempre más unidos y con todavía más ganas de Basket.

-¿Qué tienen los torneos MHL que te han enganchado tanto para seguir repitiendo?

Desde la primera edición nos habéis hecho sentir siempre como en casa. No es sencillo manejar eventos en los que participa tanta gente y que todo siempre vaya tan sincronizado y medido, con todos los detalles previstos y cuidados sin escatimar medios para conseguir el bienestar colectivo.

Si a eso le sumas vuestra cercanía y trato humano además del perfecto conocimiento de este deporte, se hace muy complicado no querer volver temporada tras temporada.

-Expedición de 86 personas a Marina D’Or: ¿supone la vuelta a la normalidad?

Poder por fin ofertar a nuestros equipos la posibilidad de viajar y jugar de nuevo un Torneo tan atractivo como Marina D'Or Basket Cup, y comprobar la buena respuesta recibida, supone subir un peldaño importante en la deseada vuelta a la normalidad.

Pero a nadie se le escapa que hay que seguir estando en guardia cuidando de nosotros mismos como elemento esencial para cuidar de los demás. La experiencia de estos años nos dice que la confianza y relajación son sinónimos de nuevos problemas.