El título de Daniela

Los focos se giran hacia los campeones. Las cámaras apuntan a aquellos que elevan los trofeos. Los vídeos alaban a esos que exhiben las mejores jugadas. Las historias en el deporte, esas que completan el ‘primen time’, suelen olvidarse de otros pequeños héroes de la vida más cotidiana. Pero estas historias que parecen más insignificantes para el ojo adiestrado a la grandeza suelen esconder realmente relatos que deberían acaparar los titulares, esos que merecen la pena, bajo los que se esconden los verdaderos héroes. O heroínas, como Daniela.

Esta chica madrileña, Daniela Molinero, no jugó la final de la Copa de España Alevín. Su equipo, el Torrelodones femenino, no accedió a las eliminatorias por el título al quedar tercero en su grupo. Se quedaron las 17ª entre las mejores canteras del ‘minibásket’ español. Daniela, sin embargo, se merece estas líneas igual o más que cualquiera de los vencedores. Ella lo es. Lo demostró en esos tres días en Valencia, donde nadie hizo tantos kilómetros como ella. 1.200 se hizo esta campeona. Los revisores del AVE ya la conocen.

Resulta que a Daniela le coincidía el examen final para sacarse el título B2 de inglés, sí, el avanzado con sólo doce años, justo el mismo fin de semana que sus amigas y compañeras del Torrelodones tenían que jugar el mejor torneo alevín de España. Era el deseado cierre a la temporada. Daniela se encontraba con un dilema que sus padres y su club le ayudaron a desentrañar.

Para que se perdiera lo mínimo posible de aquella fiesta que se había merecido y no perder la oportunidad de graduarse con un título que le servirá de mucho en su futuro, se recorrió la distancia entre Torrelodones y Valencia en cuatro ocasiones. Acompañó a su equipo hasta L’Alquería, jugó la primera jornada y se volvió a Madrid. Hizo el examen, el cual dice que no le salió nada mal, y de nuevo a Atocha para subirse al ‘tren bala’. Entre tantas vueltas apenas se perdió un partido y, seguramente, consiguió un nivel en inglés altísimo e inusual para su edad. En su clase, en la Escuela de Idiomas de Torrelodones, la mayoría de alumnos van al instituto, a la universidad o están trabajando. Ella es la más pequeña. El tema que le tocó defender en la prueba fue sobre los hábitos en la vida de la juventud, etapa vital a la que ella están entrando.

Daniela no tiene muy claro aún para qué le servirá eso del B2, que si para poder viajar, para encontrar un trabajo en el futuro o, si sueñas mucho, mucho, poder irse a jugar al baloncesto al extranjero, quizá a Estados Unidos. Pero eso es mirar muy lejos. Ella prefería quedarse con el ahora, con sus amigas en Valencia, disfrutar de la Copa de España Alevín hasta el último suspiro y no dejar de lado los estudios. Una lección que realmente vale más que cualquier campeonato.