CB Jaca, por el buen camino

Cantaba ‘Más Birras’ eso de que ‘Arriba en las montañas, lo encontrarás’. No le faltaba razón al bueno de Mauricio Aznar. Allí, bajo la sombra de la cruz del Oroel, donde el valle del Aragón se estrecha para agacharse ante la mole de Collarada, encontrarás también una cancha de baloncesto y unos niños disfrutando detrás de una pelota naranja. Naranja, como el color de la camiseta del CB Jaca, una entidad que ya ha hecho tradición eso de bajar del Pirineo a Zaragoza para competir en el Olibásket. No han faltado a ninguna de las tres ediciones de este torneo que aglutina un buen nivel competitivo, una magnífica experiencia para afianzar la estructura de estas asociaciones y un valor personal para los niños y niñas que realizan el viaje.

Seis equipos del club altoaragonés han jugado en Olibásket. Casi la mitad de los trece que en la actualidad conforman una de las entidades que mayor crecimiento están teniendo en la comunidad aragonesa y que, en apenas una década de vida, han colocado el baloncesto como uno de los deportes de referencias en la capital del Pirineo.

Los conjuntos de formación del CB Jaca juegan habitualmente las competiciones del circuito oscense. Desde benjamines a junior deben desplazarse a Graus, L’Ainsa, Monzón, Barbastro, Binaced, Benasque, Sabiñánigo o la propia Huesca para jugar sus partidos. Siempre con los mismos cuadros, año tras año. Por lo tanto, hay pocas sorpresas y novedades temporada tras temporada. Así que poder salir de este círculo, con torneos como este, ayuda a motivar a las plantillas y a comprobar si se ha elevado el listón de juego gracias a los entrenamientos y al trabajo de toda la temporada. “El primer año fue un salto muy importante para nosotros. Ahora vemos que hay más equipos, pero no ha bajado por ello el nivel organizativo, que es excelente en los hoteles, los desplazamientos… en todos los detalles. Es el torneo perfecto para nosotros”, afirma Carlos Iralde, presidente y entrenador del CB Jaca.

Esta temporada los ‘naranjas’ han conseguido el título en la Copa júnior y en la categoría alevín masculina dentro del Circuito Paco Corrales, pero además han logrado dos subcampeonatos femeninos, en infantil y en cadete, un logro que realmente ilusiona en un club que quiere potenciar la práctica del baloncesto femenino.

Pero el triunfo del CB Jaca no se puede resaltar únicamente en componentes competitivos. El aumento de las fichas, las actividades paralelas, la suma de patrocinadores, la visualización dentro de la sociedad jaquesa, la formación tanto de los menores como de los entrenadores… un listado de tareas que va incrementándose como el volumen de equipos. Acudir a competiciones como Olibasket entra dentro de esta estrategia de mejora. “Hemos visto desde que vinimos la primera vez, que perdíamos ampliamente, que ahora siempre competimos. Podemos ganar algún partido o perder, pero siempre damos un buen nivel competitivo. Se van notando los avances”, admite Carlos Iralde.

La cercanía con Zaragoza, a una hora y media de camino, ayuda para inscribirse en alguna competición federada, donde la exigencia se eleva, aunque es un paso que hay que dar con sapiencia, para no quemar a los grupos y a las familias, por las distancias de los desplazamientos y la realidad deportiva. Jugar un torneo amistoso como Olibasket sirve para romper esa barrera y confirmar que sí se puede seguir avanzando. “Lo mejor para nosotros es poder generar esa convivencia dentro de los equipos de nuestro club y también con otros clubes. Es un cierre perfecto de temporada que se acopla a nuestro modelo de club. Y las instalaciones de El Olivar son magníficas”, concluye Carlos Iralde.