Una mañana de sube y baja

El sol calienta. Ha salido buena mañana. Hay que aprovechar para cubrir los huecos que deja el calendario de partidos. Hasta la hora de comer queda espacio para todo. “¡Vamos al parque de atracciones!”. Las cadetes del Villamuriel lo tienen claro. Como ellas, centenares de jóvenes dispuestos a todo pasaron por la mañana por el Parque Aventura d’Or aprovechando el abono gratuito que a cada inscrito en la Marina d’Or Básket Cup ha entregado la organización de MHL Sports.

Naranjas. Las camisetas naranjas corretean con pasos veloces. De un rincón a otro. De una montaña acuática a un jardín de cuerdas. ¿Miedo? ¿Quién dijo miedo? “La más valiente es Alicia, se ha montado en todo”, espetan a coro las alevinas del Doctor Azúa. La pecosa mañica sonríe al recibir el premio por su valentía. Empieza a enumerar. “Me he montado en casi todo. En el palo ese que va hasta arriba y luego baja a toda prisa. Y en ese disco que da vueltas sin parar. No he tenido miedo en nada”, dice feliz Alicia Sánchez, una campeona. Ana Simón, su entrenador, vigila a lo lejos, dejándoles aire, sin intervenir, como buena educadora.

El discóbolo es una locura. Una máquina infernal para adictos a las sensaciones fuertes. Gira sobre un eje mientras se balancea a todo trapo de un lado a otro. Hay que tener ganas para montarse en ello. “Somos del Norte…”. Luchar contra el mareo cantando. Las cadetes del Mutilbásket desafían al vértigo. “Somos navarricas. Que se note”, dicen con contundencia. Señalan en dirección a la batidora y salen corriendo. No quieren perderse ni una emoción. Son así. Guerreras.

IMG 20180429 122524

Las pamplonicas bajan conversando con unos chavales de Zaragoza, al menos su acento les identifica como mañicos. “Es que lo mejor de este torneo es conocer a gente. A las de Sotillo las tenemos encima de la habitación. Qué guerra dan por las noches. Pero si subimos a decirles algo nuestro entrenador nos cruje”, intenta decir Gonzalo Soto, un cadete del CD Romareda que ya anda afónico. Afirma que se quedó sin voz ya en el viaje y que sigue aguantando. “Nos pasamos el día cantando, se trata de disfrutar. En este torneo hay un ambientazo tremendo. Es fantástico”, cierra José Fau. ¡Vaya equipazo!

A la entrada hay una zona más recreativa, con hinchables y camas elásticas para los más pequeños. Una minicancha de básket está atestada de los que no se cansan nunca de tirar al aro. O hacer mates. En medio del parque se levantan unas torretas con tirolinas y escaleras elevadas. Con la seguridad de los arneses, los escaladores se encaraman a las cuerdas como si treparan árboles. Circunda el recorrido una carreterita llena de curvas por donde derrapan dos quads. Dos chicos del Logrobásket se colocan los cascos antes de dar gas.

Miran la escena unas chicas de amarillo. Halconas y veteranas. No es el primer año que vienen a la MDBC y ya se conocían al dedillo las atracciones del Parque Aventura d’Or. “Me he montado en la batidora, en el dico, en el pulpito y en eso verde que te sube hasta arriba, te gira y luego te baja. Me he hecho piiiiiiiiiii”, censura Lucía Moreno. Las risas retumban por el ingenio de la chica de Arroyomolinos. Las madrileñas quieren extender la diversión hasta el infinito. No hay pérdida, en Marina d’Or encuentran lo que quieren. Pasarlo bien con su equipo en la pista o fuera. “En este torneo disfrutas del básket y de todo lo demás. Está genial”, insiste Lucía.

IMG 20180429 132935 552

IMG 20180429 132935 566

IMG 20180429 132935 561

IMG 20180429 132935 560